NUEVA YORK, 1951. El protagonista de Satélite Sam, el programa infantil de más éxito de la cadena, aparece muerto en un apartamento lleno de sucios secretos. Y si su hijo
consigue mantenerse sobrio el tiempo suficiente, quizá consiga descubrir el por qué. Un misterio muy negro salpicado de sexo y violencia y ambientado en la turbia trastienda de la edad de
oro de la televisión.
Nadie cuenta historias sórdidas e ilícitas mejor que estos dos autores trabajando en equipo. Chaykin aporta todo aquello por lo que se le conoce: un gran diseño de página, una narración a muchos niveles, un protagonista apuesto y fuerte y, desde el principio, muchas medias de rejilla y corsés de cuero. Fraction nos presenta una idea ingeniosa y atractiva con diálogos creíbles en un ambiente de lo más molón, pero es Chaykin quien prende fuego al fogón y lo cocina todo con un sabor y un gusto inconfundiblemente suyos”.
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